Jules Dormal, nacido en Bélgica en 1846, se estableció en Buenos Aires luego de haber estudiado en la “Escuela Especial de Arquitectura” de París. Hacia 1870, abrió su estudio de arquitectura en nuestra Ciudad. Probablemente, su obra más reconocida fue la terminación del Teatro Colón, en reemplazo de Víctor Meano, otro de sus arquitectos. Fue también responsable de dirigir la construcción del Congreso Nacional luego del fallecimiento de uno de sus arquitectos. Otras de las obras que se encargó de terminar fueron la Casa de Gobierno de la Provincia de Buenos Aires, en La Plata y la actual embajada de Brasil situada sobre la Av. Alvear, obra del francés Louis Martin. Entre sus obras más reconocidas se destacan el diseño del Parque Tres de Febrero planeado por Charles Thays; el palacio Ortiz Basualdo; el Teatro Opera de Buenos Aires; el primer trazado de Parque Chas y los pabellones del Jardín Zoológico de Buenos Aires.
Jules Lagae, nacido en Roules en 1862, también dejó su marca en nuestra ciudad. Junto con el arquitecto Eugéne Dhuicque, realizó el monumento a los “Dos Congresos”. Su obra, merecedora de un premio en Roma, es probablemente uno de los monumentos más lindos de la Ciudad de Buenos Aires.
Carlos Vereecke llegó a nuestro país en 1855 y dos años más tarde, se le encomendó la construcción del actual Parque Lezama. El reconocido jardinero y científico había emprendido su viaje desde Amberes a Guatemala en busca de orquídeas para importantes predios belgas. Fue en ese mismo viaje que terminó en la Argentina y donde trabajó para José Gregorio Lezama en la planificación y plantación de su quinta. Carlos Vereecke fue entonces no sólo el primer creador de este importante parque sino también, el responsable de incorporar especies exóticas para varios parques de nuestra Ciudad.
