Importantes instituciones vascas enriquecen el patrimonio cultural de la ciudad. El primer centro fue el Laurak Bat, en 1877. Desde allí la comunidad se organizó para poder obtener los recursos necesarios para afrontar una gran obra para la época: la construcción de la Plaza Euskara. Entre las calles Independencia, La Rioja, Estados Unidos y Urquiza, en una superficie de casi dos manzanas, construyeron una plaza. Y ahí, la cancha de pelota paleta más grande de Sudamérica, con capacidad para más de cuatro mil espectadores. La Plaza Euskadi se convirtió en un importante punto de encuentro para la comunidad. El centro Laurak Bat todavía funciona en su sede de la calle Belgrano.
En 1904 nace Euskal Echea, una asociación cultural y de beneficencia, que creó el Colegio Euskal Echea de Capital.
En el Centro “Vasco Francés”, por su parte, se juntaban los vascos nacidos en Iparralde y sus descendientes únicamente ya que el centro Laurak Bat sólo reunía a los vascos españoles. Por ello, los vascos de la otra vertiente del Pirineo tuvieron que fundar su institución en 1895. Ese mismo año se creó el Centro Navarro de Buenos Aires que, como su nombre lo indica, agrupaba a los vascos nacidos en Navarra. En la Fundación “Vasco Argentina Juan de Garay” se realizan estudios genealógicos sobre los 15 mil apellidos vascos que hay en el país.
