Los coreanos que llegaron al país concentraron sus actividades económicas en torno al comercio mayorista y minorista de alimentos, la pequeña y mediana industria de confección de indumentaria y la importación de diversos productos.
La mayoría de estos emprendimientos se sustentan en microempresas familiares. Para las nuevas generaciones que incluyen a hijos de coreanos nacidos en Argentina, los ámbitos educativos como la escuela y la universidad devinieron lugares de interacción y sociabilidad con personas del mismo grupo.