A principios de la década de 1930 vivían en la Argentina aproximadamente 240 mil personas de lengua alemana. De ellas, unas 45 mil residían en Buenos Aires y unas 9 mil eran de ascendencia austríaca. Las afinidades idiomáticas y culturales fueron un factor clave entre los austríacos. Por eso, los primeros en llegar a la Ciudad de Buenos Aires se integraron a la colectividad alemana del barrio de Belgrano, con la que compartieron también periódicos e instituciones.
En 1933, la llegada al poder de los nacionalsocialistas en Alemania trajo cambios radicales también para la colonia germano-parlante de la Argentina. El número de refugiados de habla alemana llegados a Argentina a partir de esta fecha oscila entre 30 mil y 40 mil personas, de las cuales el 10 por ciento eran austríacos o personas que habían nacido antes de 1918 en el territorio del antiguo Imperio Austro-Húngaro.
De acuerdo con datos de la Embajada de Austria, en la actualidad residen en Buenos Aires unos 7.000 ciudadanos de ascendencia austríaca.