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Conocé, una por una, las colectividades de la ciudad.

Colectividad Colectividad inglesa Colectividad Colectividad inglesa
Colectividad Colectividad inglesa

Colectividad inglesa

Historia de la colectividad

El fútbol, el polo, el té en la merienda y los trenes nos recuerdan día a día todos los aportes que nos brindó esta colectividad. Monumentos y edificios emblemáticos como la Estación de Retiro también integran nuestro paisaje urbanístico inspirado en la arquitectura inglesa.
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La colectividad británica no fue particularmente numerosa en relación a otras colectividades, pero se ha destacado por los grandes aportes que ha hecho a la Argentina, especialmente a la Ciudad de Buenos Aires. Dichos aportes tienen que ver con la profesionalización de la educación, la arquitectura o el deporte, y también contribuyó con el desarrollo de prestigiosas instituciones como el Hospital Británico o el periódico Buenos Aires Herald.



No es posible determinar quien fue el primer inglés en pisar territorio argentino, pero fue Roger Barlow, un navegante de Sebastián Gaboto, el autor del primer libro de geografía en el que figura el Río de la Plata. Sobre ese libro Pedro de Mendoza decide la Primera Fundación de Buenos Aires.



En 1825 llega de Glasgow el primer contingente organizado de colonos ingleses, enviados por John A. Barber Beaumont. Estos inmigrantes se establecieron en las zonas rurales, en las afueras de la Ciudad de Buenos Aires. Durante los siguientes dos años, cuatro contingentes más fueron de Inglaterra a Entre Ríos. Se estima que entre 1857 y 1940 llegaron a nuestro país 75.000 británicos (apenas 1,1% del total de inmigrantes) de los cuales en algunos casos no es posible determinar si eran provenientes de Escocia, Irlanda o Inglaterra.



Los que llegaron trajeron a nuestro suelo la experiencia de la revolución agraria y la revolución industrial, lo cual benefició a nuestro país en su desarrollo. Ellos fueron quienes ayudaron a insertar a nuestro país al mundo de la producción. Impulsaron nuestra ganadería lanar y bovina, sembraron campos, cultivaron el suelo argentino, sirvieron a la Patria como soldados e hicieron grandes aportes. Desde el polo hasta el té de la tarde, sus costumbres, enseñanzas, deportes y cultura han marcado de manera notable en la cultura porteña. La construcción de ferrocarriles a cargo de los ingleses llevó a que muchos se establecieran en los barrios donde se llevaban a cabo dichas tareas.



Uno de los aportes más notables de la colectividad británica ha sido la introducción de distintos deportes traídos de sus tierras de origen. Estos deportes comenzaron siendo practicados en los clubes británicos que construyó la colectividad.



A fines del siglo XIX, en Buenos Aires no existían muchos lugares donde practicar deportes tales como el polo, el rugby o el golf. Con la llegada del creciente número de británicos, las actividades deportivas comenzaron a institucionalizarse. Un ejemplo de esto fue la introducción del fútbol, por el escocés Alexander Watson Hutton.



Fueron los británicos quienes incentivaron el desarrollo de clubes típicos ingleses, de hipódromos para las carreras de caballos, canchas de tenis y de fútbol.



Hacia principios del siglo XX comenzaban a fundarse los primeros clubes sociales y deportivos, basados en los de Inglaterra. Algunos de los deportes que allí se practicaban eran: cricket, fútbol, rugby, polo, golf, batfives, raquets, tennis, bowls, shooting, hípica, caza de zorros y carreras de caballos, entre otros. Estos deportes han pasado a formar parte de la cultura deportiva de muchos porteños.

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