La Argentina fue el segundo país que más familias serbias y montenegrinas recibió en el mundo. Si bien desde el año 2006 Serbia y Montenegro son países separados e independientes entre sí, resulta difícil poder diferenciar qué inmigrantes provinieron de cada territorio. Más allá de eso, se sabe que los montenegrinos comenzaron a arribar en mayor número en los años ochenta del siglo XIX. De la inmigración sudeslava que se dirigió a toda América del Sur, se estima que un 10 por ciento corresponde a inmigrantes montenegrinos.
Según las cifras oficiales, se calcula que en 1904 ingresaron al país en condición regular 800 montenegrinos y de manera irregular, aproximadamente el doble. Esta corriente migratoria, quizás la más grande en la que se establecieron en la Argentina alrededor de 10.000 inmigrantes, terminó a finales de la Primera Guerra Mundial. En el curso de esta fase de inmigración, se conciben las colonias más grandes de la Argentina: Dock Sud, Tandil y General Madariaga, a las cuáles se integraron también los montenegrinos.