Aunque en la actualidad Serbia y Montenegro son países distintos ya que se separaron en 2006, es difícil contabilizar el flujo inmigratorio proveniente de cada uno de ellos. Pero, más allá de los números, el vínculo con nuestro país es innegable ya que la Argentina fue el segundo país que más familias serbias y montenegrinas recibió en el mundo.
Los primeros inmigrantes serbios se registran a partir del año 1870. La gran mayoría provenían de las regiones pertenecientes al imperio austrohúngaro razón por la cual, ingresaron como austrohúngaros los serbios que provenían de Bosnia, Lika, Dalmacia, Herzegovina, y la Krajina, como también los búlgaros de la actual Macedonia y los venecianos oriundos de la región denominada “Venecia Julia” que comprendía Istria, Trieste, Carniola, Goritzia y Zadar. Con posterioridad, todos ellos se identificaron como yugoslavos por lo que hoy en día, debido a los últimos acontecimientos históricos de los Balcanes y la creación de las nuevas fronteras, suele tomarse como nacionalidad el territorio y no la pertenencia cultural.