Contacto

Conocé, una por una, las colectividades de la ciudad.

Colectividad Colectividad sueca Colectividad Colectividad sueca
Colectividad Colectividad sueca

Colectividad sueca

Historia de la colectividad

Los colores de uno de los clubes más importantes de la Argentina, Boca Jrs., fueron gracias a un barco sueco; los diseños de la Casa de Gobierno y el Correo Central, hoy convertidos en la Casa Rosada, fueron realizados por dos arquitectos de esta colectividad. Aunque pequeña en números, la participación de esta colectividad en la Argentina fue clave para nuestra historia y su desarrollo.
  • Facebook
  • Twitter
  • Whatsapp
  • Mail

Fue un barco sueco el que definió que Boca Juniors vistiera una camiseta con los colores azul y oro. Fueron dos arquitectos suecos los que diseñaron la Casa Rosada. Dos ejemplos y una conclusión: la inmigración sueca no fue masiva, pero fue fundamental.



En Argentina vive la tercera comunidad de suecos en el mundo, detrás de Estados Unidos y Canadá. Los asentamientos suecos en Argentina tuvieron lugar principalmente entre mediados y fines del siglo XIX. Hacia principios del siglo XX se estimó que la cifra exacta de suecos viviendo en país era de 1.829 personas entre los más de 2 millones de residentes extranjeros que había en total. Una importante comunidad se estableció en Misiones donde fundaron el pueblo Villa Svea, que hoy es parte de la ciudad de Oberá.



Probablemente los primeros suecos que llegaron, allá por el siglo XVIII, fueron viajeros o marineros en busca de alguna aventura. Más allá de estos arribos difícilmente registrados, los primeros inmigrantes que arribaron formalmente a nuestro país lo hicieron durante la presidencia de Domingo Faustino Sarmiento, entre 1868 y 1874. Sarmiento impulsó la inmigración masiva en base a su convicción de “importar” la cultura europea a través de la incorporación de profesionales europeos a la sociedad argentina. Muchos de los profesionales que llegaron fueron designados para ocupar cargos públicos con el objetivo de construir la primera gran infraestructura del país. Por eso es posible encontrar el aporte sueco tanto en la construcción de ferrocarriles (si bien las empresas eran inglesas, gran parte de sus ingenieros eran suecos), como de puentes, instalaciones de agua y diversos edificios públicos de la Ciudad.



Entre los profesionales que llegaron se destaca el reconocido arquitecto Henrik Aberg. Entre sus obras podemos encontrar el Mausoleo del Gral. San Martín en la Catedral Metropolitana y el Hospital de Mujeres, hoy en día conocido como Hospital Rivadavia. Carl August Kihlberg fue otro prestigioso arquitecto sueco que, además de importantes proyectos nacionales, construyó casas residenciales en el barrio de Belgrano. Juntos Aberg y Kihberg diseñaron los dos edificios que hoy conforman la Casa Rosada y que originariamente eran el Correo Central y la Casa de Gobierno.



Entre los ingenieros se destacó el ingeniero civil Knut Seve Lindmark (1838-1892), teniente del Cuerpo de Vías de Comunicación y Obras Hidráulicas del Ejército Sueco. En 1867, Lindmark comenzó a prestar servicios al Estado Nacional, siendo designado vice-director de la Oficina de Ingenieros Nacionales. Lindmark, además, convocó a colegas y compatriotas como Gustaf Alfred Dahlqvist (1834-1901), Carl Malmén (1842-1927) y Carl Adolf Christiernsson (1842-1927).

Imágenes de la galería