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Colectividad uruguaya

Historia de la colectividad

Un río es el que nos separa de nuestros hermanos uruguayos con quienes compartimos no sólo nuestra cultura sino también nuestras tradiciones: el mate, el tango y el dulce de leche. Conocé cómo surgió esta estrecha relación y quiénes fueron las personalidades que enorgullecieron a ambos países.
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El ADN porteño y el ADN uruguayo tienen tanto en común que una palabra los define a los dos: rioplatense. El tango, el mate, el dulce de leche, Gardel, tan populares en una y otra orilla del Río de La Plata, son apenas algunos ejemplos de la historia y la cultura que uruguayos y argentinos tienen en común.



La permanente interacción poblacional entre Uruguay y Argentina, especialmente con el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), se debe a su proximidad geográfica y cultural. La primera gran migración desde la Banda Oriental hacia la Argentina tuvo lugar en diciembre de 1811, cuando todavía formaba parte del territorio que se heredaba del virreinato del Río de la Plata. Después de que ingresaran las tropas portuguesas en lo que hoy es Uruguay, y del armisticio de Buenos Aires con los españoles, el prócer uruguayo José Artigas se dirigió con su milicia y un grupo de pobladores a Ayuí, a unos pocos kilómetros de la actual ciudad entrerriana de Concordia. Cuando un año más tarde regresó a Montevideo para emprender un nuevo sitio, muchas familias decidieron quedarse en la región.



Pero fue recién en la segunda mitad del siglo XX cuando Uruguay se convirtió por primera vez en un país con emigrantes. Hasta ese momento, y desde el siglo XIX, había sido casi exclusivamente receptor de inmigrantes, sobre todo europeos que desembarcaban en Uruguay y desde ahí se desplazaban tanto a la Argentina como a países vecinos, en busca de esa “tierra prometida”.



Fue en la segunda mitad del siglo XX que los uruguayos empezaron a emigrar hacia la Argentina. Entre las décadas de 1960 y 1980, 118 mil uruguayos - es decir, casi el 4 por ciento de la población total de Uruguay- emigró a la Argentina. El pico migratorio se dio en la década del 70 porque, a la búsqueda de mejores condiciones laborales y salarios más elevados, se sumaron los exiliados políticos por el golpe de Estado en 1973.



En ese momento, la Argentina recibía más del 50 por ciento de los emigrantes uruguayos. Hoy la situación es muy distinta: el 60 por ciento de los que dejan Uruguay eligen Estados Unidos y España como nuevo destino; muy lejos le siguen Argentina e Italia.

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