• 350 g de harina común • 100 ml de agua • 1 huevo • 100 ml de aceite neutro • 200 cc de miel de caña (miel negra) • 1 cdita. de bicarbonato de sodio
1. Tamizar los ingredientes secos. Formar un volcán con la harina y el bicarbonato y en el hueco mezclar el huevo y la miel. Agregar poco a poco el agua. La masa debe ser como la de un bizcochuelo o incluso un poco más espesa.
2. Verter la masa en moldecitos individuales, o en un recipiente enmantecado y enharinado, y cocinar a 180 ºC durante unos 30 minutos.
3. Retirar del horno, dejar enfriar sobre una rejilla y servir.