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El primer flujo importante de inmigrantes dominicanos llegó al país en la década de 1960, cuando concluyó el gobierno dictatorial de Rafael Leónidas Trujillo (1930-1961) y la Universidad de Santo Domingo permaneció cerrada por algunos años. Como resultado de ello muchos estudiantes decidieron emigrar a otros países, como la Argentina, donde algunos se quedaban a estudiar en la Universidad de Buenos Aires y otros se inscribían en la Universidad de La Plata.
Durante sus primeros meses de estadía en Buenos Aires, muchos de ellos se hospedaban en el Hotel Rich, ubicado en la calle Bulnes 1247, casi esquina Córdoba. El hotel no sólo era accesible, sino que también ayudaba a sus huéspedes dándoles crédito cuando no llegaban los cheques desde República Dominicana. Con el tiempo, el Rich comenzó a ser conocido como “la embajada” entre los dominicanos. Allí permanecían hasta conseguir un lugar propio para vivir.
Desde principios de la década de 2000, la inmigración de dominicanos ha ido en incremento. Algunos llegan como turistas por uno o dos meses y luego deciden quedarse en el país por razones laborales o de estudios. Actualmente, viven en Argentina alrededor de 10 mil dominicanos.
En el barrio porteño de Constitución existe un núcleo de población dominicana que encuentra sus lugares de socialización y esparcimiento en los bares bailables, los restaurantes de comidas típicas y las peluquerías especializadas en trenzados. Allí se tejen relaciones sociales entre un número importante de dominicanos que adoptaron el barrio como lugar para vivir.
La Asociación de Dominicanos en Argentina (ADDEAR) fue fundada el 28 de junio de 2010 con el objetivo de difundir la cultura dominicana y de representar, respaldar y agrupar a la comunidad en el país.
